EL INCIENSO KYPHI: EL HUMO QUE DELEITA LA NOCHE
El Egipto antiguo hechiza hoy día a los amantes de las fragancias, con sus aromas de loto, menta, papiro, especias y resinas. La nostalgia del pasado y la inquietud de un conocimiento perdido nos lleva a muchos de nosotros a buscar fragancias antiguas: recetas y fórmulas de perfume que han resucitado para su uso moderno.
Aristóteles dice que las suaves brisas de los perfumes, las flores y las praderas son tan importantes para la salud como para el placer, ya que con su calidez y ligereza relajan suavemente el cerebro, que es naturalmente frío y frígido. Si los egipcios llamaban bal a la mirra, y esto se traduce como “deshacer la congestión”, esto respalda su explicación.
El nombre Kyphi es en realidad la traducción griega de la palabra egipcia Kapet. Se cree que originalmente se refería a cualquier sustancia utilizada para limpiar y perfumar el aire, para luego convertirse en un tipo específico de incienso.
La primera referencia al Kyphi se encuentra en los Textos de las Pirámides que datan de las dinastías V y VI del Antiguo Egipto (Reino Antiguo). Los textos no confirman la receta del Kyphi ni enumeran ninguno de los ingredientes, pero sí confirman que el Kyphi era uno de los lujos que cualquier faraón que se precie esperaba disfrutar en el más allá.
La receta más antigua del Kyphi proviene del papiro de Ebers (alrededor del 1500 a. C.). Esta receta estaba destinada a purificar el hogar y dar a la ropa y al aliento un aroma agradable, por lo que puede haber diferido un poco de las recetas utilizadas por los templos. En concreto, no se mencionan las pasas en esta receta y el Kyphi se prepara simplemente hirviendo los ingredientes en miel.
El papiro Harris I fue compuesto durante el reinado de Ramsés IV durante la dinastía XX (Período Ptolemaico). El papiro registra las donaciones hechas por Ramsés III a varios templos y se refiere a la entrega de seis de los ingredientes que se encuentran en la receta de Edfu a los templos para que pudieran preparar Kyphi. Los ingredientes enumerados son mirra, resina de pino, menta, cálamo y canela. Se supone que la receta también habría incluido pasas, vino y miel, pero que estos suministros no tendrían que entregarse desde los almacenes de palacio, ya que los templos podrían obtenerlos localmente. Lamentablemente el papiro Harris no confirma la receta ni el método de preparación.
En la Antigua Grecia, autores clásicos como Dioscórides hablaban de un «perfume sagrado» que procedía de los antiguos egipcios, elaborado en los templos y que llamaban Kyphi, κύφι en griego. Tanto Dioscórides como Plutarco y Galeno anotaron diferentes recetas de este perfume sagrado, así como el modus operandi para su elaboración.
Plutarco visitó Egipto durante el siglo I a.C. Según Plutarco en su obra “Isis y Osiris”, el sacerdote egipcio Manetho (alrededor del año 300 a.C.) escribió un tratado llamado “Sobre la preparación del Kyphi,(Περὶ κατασκευη̑ϛ κυφίων), del cual ninguna copia habría sobrevivido. Plutarco cita una receta de este importante texto y aclara el método de preparación del Kyphi. Según Manetón, los ingredientes no se añaden y muelen al mismo tiempo, sino que se añaden uno a uno mientras se recitan en voz alta los textos mágicos.
Al incienso Kyphi se le daba la forma de bolitas de un tamaño de 2 cm de diámetro aproximadamente para ser quemadas en incensarios en los templos, en los palacios e incluso en las casas de los que se lo podían permitir, como tenemos constancia todavía en algunos relieves en restos arqueológicos de templos bien conservados.
Dos templos cuyas últimas construcciones son del perido ptolemaico albergan tres recetas del kyphi en sus paredes,Edfú y Philae. Estos textos jeroglíficos en relieve describen no sólo los ingredientes sino que también muestran la forma de cómo se debe preparar el mejor incienso Kyphi. Además, las recetas griegas del khyphi están descritas por Dioscórides en su “De materia medica” I, 24 y por Galeno en su “De antidotis”, II, 2.
Cada una de las recetas egipcias listan 16 ingredientes, y Dioscórides menciona 10 ingredientes comunes en ellas, mientras que Plutarco nos da noticias de 16 ingredientes a los que atribuye un simbolismo matemático y Galeno sólo da 15 ingredientes. Tanto las recetas griegas como las egipcias refieren ingredientes cuya identidad botánica es relativamente incierta.
Dioscórides describe diez ingredientes, que sumados a los del templo de Edfú dan lugar a 16 (el mismo número de ingredientes de la receta que describió Plutarco). El número 16 parece ser un número que está relacionado con un significado mágico y con la geometría sagrada.
Las recetas griegas no son idénticas, coinciden en los diez ingredientes que se describen en los textos de Dioscórides. Siendo éstos: miel, vino, uvas pasas, papiro, resina, mirra, aspálato, dos tipos de enebro, cálamo y un tipo de junco. En los otros cinco ingredientes hay diferencias notables, Plutarco añadió el cardamomo y Galeno citaba que éste podía ser sustituido por la canela.
No se conoce con total seguridad cuál de todas estas recetas puede ser la más cercana a la original, pero sí se han hecho estudios y reproducciones para poder vislumbrar la opción más lógica y posible. Por ejemplo, G. Parthey reprodujo las tres recetas, y concluyó que «la mejor» de las tres en términos de aroma, uso e ingredientes era la de Dioscórides.
El Kyphi como incienso o perfume ritual mágico
El kyphi es un perfume en forma de incienso para la fumigación, con un uso médico, religioso y mágico para ser quemado en cualquier espacio sagrado o profano, desde el templo, el palacio al hogar. Estas funciones son atribuidas al kyphi por las fuentes ptolemáicas y grecorromanas, las cuales lo dotan de un pasado muy antiguo como perfume-incienso, medicinal, sagrado y mágico.
En las jambas de la puerta de acceso a las Salas del ungüento en los Templos de Philae y de Edfú, puede leerse el proemio que anuncia la “receta para hacer el kyphi dos veces bueno para cosas divinas…para el uso en los templos”.
Plutarco resalta la importancia que tenían el perfume y los sahumerios en las ceremonias mistéricas egipcias, griegas y romanas (como, de hecho, en todas las religiones hasta la actualidad).
El aroma del humo al quemar el kyphi añade bienestar sensorial, psicológico, emocional, espiritual y energético.
El Talmud dice que “Diez medidas de magia han venido a este mundo. Egipto recibió nueve de ellas, el resto del mundo sólo una medida”.La magia impregnó la sociedad egipcia y el Antiguo Egipto ha sido reconocido como la tierra de los mitos y la magia durante más de 4.000 años.
La palabra egipcia para magia es Heka (Kha), una fuerza creadora que existía antes de la creación del mundo divino y mundano y fue la causa de la emanación del cosmos. Era la energía dadora de vida que fue concebida en la mente del Dios creador y expresada como “logos divino”. Según la Piedra Shabako, la creación de cada ser humano o divino, y de todo lo que existe, lo logró el Dios creador Ptah mediante la manifestación verbal del pensamiento divino y su correcta pronunciación como logos (Hw) y en un orden (mdt).
Otra función de Heka fue la de consagrar las imágenes (HkA-KA), y es la capacidad de manifestación en el mundo visual y material de la fuerza generadora de los pensamientos y acciones divinas del creador. Heka era la fuerza animadora detrás de cada acto ritual, público o privado, benéfico u hostil. En los templos se recreaba a diario por la mañana “la primera vez” en el Ritual de Apertura de la Boca y la Heka es el poder que hace posible esta acción mágica y el ritual de la derrota de la Serpiente Apophis. En estos rituales el sacerdote hace la función de mago, ya que es una parte de los deberes sacerdotales; no existía una casta de magos profesionales, sino que todos los sacerdotes eran entrenados en la magia.
Además, en los rituales anuales de los templos, como el del Edfú en honor a Horus el Behdetita, el del Esná en favor de Sekhmet, en los rituales de varios dioses solares, particularmente Harpócrates y Harpebekis, la Heka anima la función del sacerdote para que se lleven a cabo los rituales.
Pues bien, como parte clave de esta magia está el aroma del perfume y del incienso. El humo del aroma y el aroma en sí mismo es el que hace posible ese contacto mágico entre lo material y lo mundano y el mundo espiritual de los dioses Netert. El mundo divino espiritual necesita del aroma agradable del perfume y el incienso para bajar a esta vibración ya que no es un estado que les agrede en primera instancia.
El aroma del incienso Kyphi estaba pensado para ser divino, fundamental para la Heka, provocando un bienestar sensorial y psicológico en los seres humanos que pueden sentir la cercanía de la divinidad. Para ese contacto del iniciado con la divinidad y el mundo espiritual es necesario estar física, emocional, mental y espiritualmente purificado, pero sobretodo físicamente limpio, para lo cual los antiguos egipcios limpiaban y purificaban extremadamente su cuerpo, por ejemplo, esta es la razón del afeitado completo del cuerpo del sacerdote o cuidar extremadamente su aliento masticando un poco de kyphi.
Los sacerdotes magos no debían comer ajo antes del ritual para no tener mal aliento, ya que los espíritus y divinidades claramente no harían acto de presencia. Esto habla de la importancia del sentido espiritual del olfato y el aroma, hasta unos niveles de profundidad que sólo ahora estamos empezando a discernir.
Para los antiguos egipcios el aroma es el punto clave en los rituales religiosos, mágicos, y esto es algo que ha trascendido las culturas y el tiempo.
Como parte de nuestra labor de investigación de años sobre el perfume en el Antiguo Egipto, hemos querido reproducir la que consideramos la “mejor receta del Kyphi para tu templo”, compuesto de 16 ingredientes puros, naturales y de la mejor calidad que hemos podido rastrear, un verdadero “Aroma Divino Espiritual”.Esta receta es la unión de los ingredientes descritos por Dioscórides y 6 ingredientes que aparecen en el Templo de Edfú, que se preparan según la numerología, la astrología y el sonido (frecuencias de vibración alta). Tras este procedimiento, se da forma a cada bolita de forma artesanal en las horas en las que el Sol es más fuerte, según se indicaba.
Cómo y cuándo usar el Kyphi
En los templos, los egipcios celebran diariamente una triple ofrenda al Sol quemando incienso al amanecer, mirra al mediodía, y al atardecer kyphi.En este sentido, la medida del tiempo, o en qué momento realizar cada acto, se llevaba a rajatabla, por lo que posiblemente y por nuestra experiencia, el kyphi quemado al atardecer y durante la noche tenga un efecto más potente.
Así, las meditaciones, prácticas y rituales donde se desee entablar una relación con el mundo espiritual se beneficiarán mucho del humo del kyphi, según los sacerdotes sabios egipcios.
También en la terapia de vidas pasadas, o trauma familiar, el aroma del kyphi es un disparador de viejas memorias ancestrales a través del inconsciente colectivo.
Y por supuesto, el mismo humo del kyphi es una ofrenda en sí mismo como parte de nuestro agradecimiento a la Creación, a nuestros ancestros, a la Madre Tierra, etc. en nuestro altar de gratitud. El kyphi representa el elemento Aire en Feng shui.
Es el propio Plutarco el que aporta interesantes efectos del kyphi quemado: producir un dulce sueño que produce visiones.
“En la medida en que la mayoría de las sustancias empleadas en esta mezcla son aromáticas, el incienso desprende una exhalación de propiedades aromáticas saludables que hace que cambie el aire y que el cuerpo, dulce y suavemente acariciado por la corriente aromática, se vea llevado a una especie de sueño y a un estado de ánimo evocador; y las aflicciones y tensiones de los problemas cotidianos, como si fueran nudos, se sueltan sin caer en ninguna embriaguez. Y la facultad imaginativa y su capacidad de tener sueños se ponen tan claras y nítidas como un espejo”. (Plut. De Isidi et Osir.80 [383F-384A]).
Así, cuando se desee inducir sueños lúcidos o alcanzar experiencias extracorporales, el kyphi creará esa atmósfera donde el velo interdimensional puede elevarse.
El kyphi activa nuestra amígdala cerebral en su parte anterior, conectada a la corteza prefrontal que controla la creatividad, la atención, el enfoque, la regulación emocional y la intuición, así como otros sentidos como la telepatía, la clarividencia, la clariaudiencia.
- El Kyphi como perfume cosmético
– Por su aroma embriagador, el humo del kyphi se usaba también como perfume personal, aplicado al cuerpo, al cabello o a la ropa.
– El kyphi es purificador de cualquier espacio, con un perfume relajante que actúa limpiando el ambiente, aliviando la ansiedad y depresión e induciendo calma y bienestar emocional.
- El kyphi era utilizado para embadurnar el interior del féretro donde era colocada la momia, como uno más de los perfumes y resinas que daban consistencia a la madera, y la impermeabilizaban al tiempo que le daban buen olor por sus ingredientes botánicos. Se conocen varios tipos de ungüentos utilizados en las distintas fases de la ceremonia funeraria. También, los frascos de perfume de alabastro finamente tallados eran un exquisito regalo para el difunto, y, consecuentemente, depositados en su tumba para acompañarlo a su viaje del alma.
– Para aquellos terapeutas que trabajan con el proceso liminal de transición a la otra vida, quemar kyphi durante la unción pre y postmortem, en la sala donde se encuentran los familiares durante la preparación del funeral o en el velatorio, puede ser una herramienta que sorprenda favorablemente y ayude al sistema familiar y al propio difunto en su viaje.
- El uso mágico del kyphi deriva sin duda de su «función» litúrgica en las capillas de los templos. En los talleres de los magos y terapeutas una pastilla de kyphi encendida contribuía a mediatizar favorablemente la sensibilidad del cliente/paciente, es decir, predisponerle psicológicamente, a ver u oír algo extraordinario en un ambiente extraordinario. El mobiliario, la oscuridad, el olor, el fuego, etc., es decir, la escenografía mágica forma parte de la «liturgia del mago», que no escatima recursos para estimular los sentidos y abrir los canales espirituales.
– En este sentido, quemar kyphi es aconsejable durante sesiones de mediumnidad, lectura de tarot, kabalah, y otros sistemas adivinatorios.
- El kyphi como ingrediente medicinal mágico
Según Dioscórides, este incienso combate y atenúa el asma:
«Es una preparación de perfume, grata a los dioses. La emplean hasta la saciedad los sacerdotes de Egipto. Se mezcla también en los antídotos y se administra,en bebidas a los asmáticos.»
Según Rufus de Éfeso (alrededor del V a.C), el kyphi curaría las mordeduras de serpiente y expulsaría otros venenos.
Galeno lo recomienda para tratar el hígado, mientras que un texto pseudogalénico lo recomienda para dilatar el estómago.
Archigenes de Apamea (siglo I-II d.C.) y Oribasio de Pérgamo, de mediados del s. IV d.C. dan una receta de kyphi para tratar a los lunáticos, que actualmente serían diagnosticados de trastornos psicóticos y depresión bipolar.
Instrucciones de uso
- El kyphi es un incienso suave, denso y con resinas naturales en forma de bolitas, las cuales pueden pegarse si se exponen a la luz solar o al calor. Si esto sucede, sepárelos con cuidado. Cuando quiera disfrutar de él, no es necesario quemar una pieza entera, sino que puede pellizcar una pequeña porción.
- Al quemarse el kyphi adecuadamente no se reduce a cenizas sino que liberará su aroma y finalmente se endurecerá. Una vez que se ha convertido en una masa dura y oscura, ya no sirve como incienso.
- También puedes optar por guardar una pieza en un cajón o armario donde guardes tus objetos más valiosos. El aroma irá impregnando lentamente el espacio.
- Aunque el kyphi no es tóxico, no intente comérselo. Manténgalo alejado de las mascotas ya que pueden ser sensibles a algunos de sus ingredientes. El kyphi no se echará a perder ni caducará y, de hecho, se sabe que el aroma madura con el tiempo. Para obtener mejores resultados, guarde su kyphi en un lugar fresco y seco.
- Nuestro Kyphi, gracias a los ingredientes para su elaboración, es seguro tanto para animales como para niños. Aún así, en el momento en el que queme su kyphi, deje una puerta abierta para que los animales puedan abandonar la habitación si no se sienten cómodos. Con niños muy pequeños de hasta 3 años de edad es mejor que entren en la habitación cuando ya no haya humo.
- Una bolita de nuestro kyphi se quemará durante 30-35 minutos y su aroma perdurará en una habitación grande durante varias horas, deleitando por mucho tiempo.
¿Por qué el buen kyphi es caro?
Nuestro kyphi, elaborado siguiendo las recetas auténticas de Edfú y Dioscórides, contiene una gran inversión económica en ingredientes y lleva más de 30 horas elaborar un solo lote y semanas de preparación de los ingredientes.
¿Cómo quemo el kyphi?
- ¡NO prenda fuego a su kyphi! Este incienso es diferente a la mayoría de los inciensos modernos: no es una varita seca para quemar.
- Coloque con unas pinzas en un pebetero, escudilla o inciensario (con una base de arena) un carboncillo previamente. Una vez el carboncillo está prendido en su totalidad, coloque la bolita de kyphi encima. Empezará a desprender el dulce y aromático humo a los pocos segundos.
- Para obtener mejores resultados, se puede simplemente colocar una pequeña pizca o bolita de kyphi encima de un papel de aluminio sobre un carboncillo que ya ha prendido y está consumiéndose. El aroma saldrá lenta y sutilmente y no debería desprender mucho humo.
- Al concluir este encantador viaje, recuerde que el poder del incienso kyphi se extiende más allá del tiempo y el espacio. Su aroma persistente todavía se entreteje en el tapiz de la historia, conectándonos con la antigua sabiduría y las prácticas mágicas de nuestros antepasados.
- Permite que sus fragantes aros de humo despierten tus sentidos, enciendan tu espíritu y te transporten a reinos donde se susurran secretos y ocurre la magia-heka.