El aceite esencial de bergamota (Citrus bergamia) se usa comúnmente en psicoaromaterapia para tratar los síntomas de estrés y ansiedad. La bergamota es originaria del Mediterráneo, sobre todo del sur de Italia y Grecia. El aceite esencial se obtiene por presión en frío de la piel del fruto y es muy demandado en perfumería, cosmética y aromaterapia.
Según investigaciones recientes en campos diversos como la química, la farmacología y la psicología, se ha comprobado los efectos neurofarmacológicos mentales y físicos concretos del aceite esencial de bergamota. En un primer momento, el nervio olfatorio sito en la parte posterior de la cavidad nasal con más de mil tipos de receptores y conectado a través del bulbo olfatorio al sistema límbico, hipotálamo y sistema nervioso autónomo, detecta los compuestos individuales volátiles del aceite que provocan efectos demostrados sobre el sistema endocrino e inmune.
Se ha demostrado que la inhalación del aceite esencial de bergamota es especialmente efectivo en la terapia de dolor crónico, depresión, trastornos cognitivos, insomnio, fatiga mental y dolencias relacionadas con el estrés, beneficios que se suman a los conocidos efectos antibacterianos, antifúngicos y antivirales de este aceite esencial.
Los efectos psicofisiológicos se producen a través de la reducción de la actividad del eje hipotalámico-hipofisiario-adrenocortical y de la influencia sobre el sistema monoaninérgico.
Cuando un estresor llega a la corteza cerebral, la hormona adrenocorticotrópica (ACTH) se libera del hipotálamo estimulando la secreción de cortisol en la corteza suprarrenal. Se ha comprobado que tras la inhalación del aceite esencial de bergamota hay una disminución significativa en el nivel de cortisol salival después, lo cual es un indicador de la reducción del estrés, efecto que se suma a la mejora del estado emocional. Muy interesante también es que no se han encontrado efectos secundarios en la inhalación del aceite de bergamota.
Se sabe que el aceite esencial de bergamota ejerce sus efectos a través de una doble vía:
1) Tras la inhalación, las moléculas volátiles son transportadas por la cavidad nasal y ejercerán su efecto sobre el sistema nervioso central ingresando al cerebro a través del bulbo olfatorio. Esta vía es muy rápida y se detectan cambios a los pocos minutos tras la inhalación.
2) Los componentes volátiles del aceite inhalado se transportan a través del alveolo pulmonar, pasando al torrente sanguíneo hasta que alcanzan los diferentes órganos. Esta vía es más lenta que la olfatoria.
Entre los componentes del aceite de bergamota a los que se les atribuye estos efectos clínicos observados, predomina el limoneno (45.45% del aceite esencial) que ha demostrado inhibir significativamente la actividad locomotora inducida por la serotonina.